viernes, 3 de marzo de 2017

Cuento: El Mundo bajo el Ocaso, por Cecilia Jiménez

Hola Amigos de la Morada. 
Hoy les traemos un cuento realizado por alguien que es muy muy especial para nosotros. 
Surgió por sorpresa durante la charla mientras la visitábamos en su casa de Ituzaingó, BsAs. Nos dió una serie de cuentos y relatos que ella misma había escrito para que Sabri los leyera, corrigiera y le diera su opinión.
Nos gustaría compartir con ustedes el primero de estos cuentos cortos, un viaje onirico por la vida de una niña de 9 años con ansias de aprender.







El Mundo bajo el Ocaso
por
Cecilia Jiménez



Cuentan que nací a mediodía, preludio de una tarde calurosa…

Tengo nueve años nuevecitos, nuevecitos, que felicitó la Señora del almacén y alguna que otra vecina.

Felicitación, felicidad… qué Extraña palabra…
¿Se la podrá envolver en papel para regalo? 

En muchos envoltorios se puede esconder, pero yo solo la conozco al desnudo cuando otros la pronuncian.
Como los pájaros o las mariposas, que al solo intento de verlos un poco más de cerca huyen despavoridos.
Como los espejos de agua que dejó la última lluvia  y el verdor de la vida en su reflejo.
El Sol, que se mantiene como un colibrí danzando en mi piel, es uno de mis compañeros.
Estoy ora sentada, ora recostada sobre la tierra, que se me antoja de caramelo, y hundo mis manos en la arena de una montañita cercana, que me permite acariciar su frescura, todavía húmeda.
Podría creer que  esa felicidad que me desearon aún flota a mi alrededor. Quisiera atraparla en mi ensueño, entre la arena, o quizá cuando danza sobre mis espejos de agua.

Aquí estoy ahora, mientras el presente se desliza sin premura, mientras mis hermanos pequeños sueñan envueltos en quien sabe que fantasía y mi madre a su lado duerme para huir de su obsesiva frustración, lo que para ella es su eterna pobreza, la que nombra de continuo, la que reprocha a los que la rodean  a pesar de las muchas changas de papá.

Me libero de ese pasado tan próximo y noto que mis párpados pesan en demasía.
Giro y giro en el azul inconmensurable, siento que mi cuerpo abandona la tierra y mis manos la arena.Esa felicidad que insinuaba fugazmente se intensifica y voy deteniendo mi mente por temor a que desaparezca. 


Es un ser indescriptible, indefinido, posa su mano en la mía y en su silencio me indica que no tema, porque en el descenso será mi guía.

-¿El descenso?- me pregunto.- ¿Acaso estoy en lo alto?
-Lo digo para ubicarte-, percibo.- Solo vagamos en la existencia…
-¡Ya no giramos! Ya solo somos…
-¡Ese es tu país! –Vuelvo a percibir en un eco melodioso y descubro al punto su inmenso contorno.


Su color argentino matizado de chispas de diamantes, fulgurando en una millonésima de instante, ciega mi razón…
Se desvanece la sensación dando paso al color ambarino que emana de la provincia de Buenos Aires y allí en medio de un cuadro que se va dilatando como una colorida pantalla se encuentra nuestra casita, toda ella de madera y turrón.
A través de una transparencia inusual, veo a mi madre y a mis hermanitos acunados en posición fetal… La certeza de que todavía duermen, me tranquiliza.
Mi guía sonríe, y nos introducimos más en el cuadro.
Una presencia de tonalidades amarronadas, por momentos más oscura, se desplaza alrededor de mi madre.
La sorpresa detiene mi mundo y vuelve a cegarme, todo gira esta vez en mi entorno y le pregunto con delirio…


-¿Qué es esa cosa?


Las manos de fantasía me suspenden, serenándome…


-Es la pobreza.- Escucho, la respuesta me envuelve.
-¿Qué hace ella ahí?
-¡No temas! Solo la acompaña.


Mi deseo de proteger a mi madre es tan intenso que se parece al dolor. El esfuerzo en mi mente impide que mis gritos quieran ser.


-¡Debemos sacarla de al lado de mi madre! Debemos liberar a mi madre… ¡Ayudame!
Vibra la respuesta sin sonido, en mi mente.
-La pobreza está, solo está. Porque tu madre la invoca constantemente, en todo caso es tu madre la que no la libera.
-¿Y esa sombra mohosa, casi negra, que se diluye entre los muebles?
-Son solo nubes de odio y resentimiento que se quieren manifestar.
Ahora todo se torna color gris, color desaliento. Nos envuelve en un juego de extrañas ventiscas, que me impulsan hacia nuevos interrogantes.
-¿Y mis hermanos?


Una niña de cinco años, inteligente (dice a menudo mi madre), un varoncito de siete y otro de diez… A la hora de la siesta, suelen estar por ahí.
Es peligroso hacer enojar a mama, no sea que despierten los más chiquitos…
Me deslumbra la blancura de la iglesia cercana y la cruz de su cúpula pende del cielo como una aparición… Sonrío, cuando mis ojos se acostumbran percibo hilillos de sangre seca, algunos semi húmedos, se vislumbran sobre las paredes de la iglesia, también en los árboles que la rodean.


-¡Parece sangre!
-¡Es sangre! La de infinidad de pájaros… la mayoría palomas. 


Sangre de otras épocas, sangre reciente, sangre de siempre…
Un corazoncito caído al suelo parece latir todavía en una letanía interminable.
De pronto supe que la presencia, negra, negrísima, que se deslizaba por dondequiera, era la representación de la muerte y la destrucción. Parecida a la sombra de pobreza que mi madre atrae hacia sí…
-¡Es así!- recalca mi guía.- El sentimiento de poder e impunidad se desarrolla día a día, año tras año, de vida en vida ¡Es tan natural! Se hizo costumbre, y solo la rotura de un vidrio puede provocar que se alce la voz de algún vecino.


Poco a poco, el pasar por sobre el derecho de otro ser se traduce en diversión… La dureza de una piedra que pasa atravesándonos, desdibuja un panorama, enfrentándonos a otro de características dolorosas.
Allí permanecen varios grupos de niños. En el más nítido, el actual, descubro a mis hermanos con la honda en acecho.
Más que turbada intento huir, negar, desenfocando la vista, y me detengo en grupos de niños, que lo fueron en otro tiempo…

-¿Qué es de ellos?- Pienso, con mirada interrogante.
Están los henchidos de orgullo por la costumbre tan arraigada de sentirse impunes, que enfrentándose a cualquier desafío, sin distinción, les sirve para demostrar que pueden más.
Por el Conurbano cerca de quintas, zonas de arboleda, se encuentran pájaros caídos, sapos reventados, animalitos maltratados, sin un porqué.
Desde la niñez se acostumbra a matar, a destruir, a arrancarle las alas a una mariposa ¡Los adultos imperturbables, sostienen que son chicos!
La niñez comienza y afianza su sensación de  poder ante cualquier derecho básico.


Mientras las respuestas me invaden,seguimos existiendo sobre los confines del cuadro y viendo nuestros pensamientos, viendo lo que no se ve.
“Lo que no se ve” me trae recuerdos, que nos llevan automáticamente a la casa de la Señora Cristina; la casa de los ricos, como la llama mi madre, es una casa tipo, como muchas de material que nos rodean.
A través de una transparencia la veo a la señora Cristina con sus dos hijos, el de ocho años y el de tres. Sonrío complacida, y el gris del desaliento se atenúa dando paso a la luz…



En una oportunidad mi madre me envió a la casa de la señora a pedirle un poco de harina, y ella me la dio. Al poco tiempo volvió a enviarme y volví con arroz, volvió a enviarme y la señora después de atender a mi pedido me retuvo mientras me decía:


 –Qué dulce que sos! Me gustaría que vinieras a jugar con mi hijo el más pequeño, mientras ayudo al mayor con su tarea. Si te parece bien, pedile permiso a tu mamá y después me contestas.


En cuanto mamá lo supo, en un periquete estuvo en la casa de la señora y yo detrás.

Me fui acercando a los niños con la intención de conocerlos,a la vez un poco cohibida. El más pequeño me tomó la mano y el mayor comenzó a hablarme, como si nos conociéramos desde siempre. Me enseñó como jugaban y con qué jugaban, entre todo eso unos cuantos libros de cuentos que él ya había leído.

Eso no me impidió escuchar a mamá cuando le decía a la señora que yo disponía de tiempo, porque ya casi no me enviaba a la escuela. La maestra le había dicho que a mi me costaba mucho aprender, que generalmente estaba distraída, que necesitaba apoyo escolar.
Pero eramos pobres, no podíamos acceder a ello.
Me tenía que llamar la atención más de una vez, porque yo vivía siempre en la luna…
No llegué a saber más, pero la transacción debió haber sido buena, porque mamá se veía feliz.
Así fue como dos días a la semana mi panorama se ampliaba.
Cuidar de mis hermanitos pequeños fue desde siempre lo más natural, al menos para todos fue lo más natural. Según mi madre era lo único que hacía bien. Me fue fácil adaptarme al chiquitín que me confiaron.


Al principio me desconcertaba un poco, el amor que emanaba de él, que emanaba de todos ellos…
Yo soy de pocas palabras, me acostumbré a recibir ese amor en silencio y a retribuirlo con gestos y miradas inflamadas de cariño. Mi silencio casi permanente me permitió percibir que el amor existía, la dedicación también, no eran solo palabras.


En la habitación de los niños había cartelitos  graciosamente adornados por doquier, con frases que invitaban a pensar.
La más reciente, la había rescatado la señora Cristina del cuento “EL principito” y ocupaba el lugar más visible “Lo esencial es invisible a los ojos”. Ante mi asombro, mi nuevo amigo me explicó que ese libro era como muchos otros, prestado por la Biblioteca de la escuela, que lo volverían a leer en voz alta para mí.
Sobre la lona de un camión se leía “primero el otro después el otro y siempre el otro”. Decorando una taza de leche: “Proteger al más débil, crea una mente sana”.

En el espejo del cuarto de baño “La limpieza comienza por la mente”.
En la cocina enmarcado en un cuadrito, “el dañar al otro, es perjudicial para la salud mental”.

Lo que no había eran hondas o palabras que pudieran herir los sentimientos de otro ser. Algunos movían a risa, y mi curiosidad impulsaba mi deseo de aprender por fin a leer.


Admirada.


Admirada por la fluidez de pensamientos emergí de los recuerdos y volví a dejarme llevar por mi guía, en medio de un extraño regocijo.


-¿Qué es todo esto?
-Educación.- Responde.- la de los primeros años…


Está sola y abandonada, muy pocos la tienen en cuenta. Son palabras que se repiten sin conciencia, como amor, respeto y muchas otras. Son las que no se ven, las que se pronuncian mecánicamente como Buen Día o Buenas Tardes.
Algunas se consideran risibles y otras parecen avergonzar…


- ¿A dónde vamos?- Pregunto.
- A tu hogar…
- ¿Te volveré a ver?
- Quizá…
- ¿Dónde vivís?


Tras un momento de silencio mi guía responde:


- Pertenezco a tu interior, soy uno de tus deseos. 


El tiempo se acortaba y yo quería saber más.

- ¿Y la educación? ¿la voy a encontrar?
- La tendrás y ella te hará libre, solo tenés que pedirla.
En ese momento la voz estentórea de mi madre me despertó.
- ¿En dónde estás?- (¡Anda a cuidar a tus hermanos!)


Los chiquilines ya salen como pollos de la habitación, y mi madre comienza de nuevo a limpiar, presa de otra de sus costumbres. Se lo habían inculcado desde niña, escuché más de una vez.
Me pregunto, ¿y su mente? ¿Sin educación?¿Se habrán acordado de ella alguna vez?
 Aún estoy confundida, yo tenía que hacer algo con la educación. Y de repente una idea me asalta, pedirle a la señora Cristina que me ayude a escribir una carta a Papá Noel y a los Reyes Magos, como es algo que no se ve no van a necesitar tener dinero para traérmela…
Se acerca mi madre:
-¿Otra vez perdida?- (¡te dije que fueras a cuidar a tus hermanos!)


¡Gracias por Leer!

46 comentarios:

  1. Muchas gracias el cuento y así traer un post diferente.
    Un beso.^^

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    1. hola! nos encanta traer diferentes cosas relativas a la lectura, el mundo de las letras es inmenso. gracias por tu visita! saludosbuhos.

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  2. Hola! No soy mucho de cuentos pero me ha gustado! Gracias por compartirlo!

    Un saludo!

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  3. ¡Qué bonito chicas! me ha encantado. Soy cuentista nata, tanto escribiéndolos como leyéndolos, es más, acabo de quedar finalista en un certamen de cuentos que más adelante a ver si me animo y os traigo el que me ha sido publicado en el libro.

    Un besito!
    Yolanda.

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    1. hola! que bueno que te haya gustado! esperamos que pronto compartas tus cuentos,hay que atreverse y no quedarse con las ganas y las dudas, seguro sera muy bueno. saludosbuhos!

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  4. ¡Hola, chicas! ^^

    ¡Vaya! :D Pues la verdad es que (para variar xD) no conocía nada de la autora ^^" Debo decir que el relato que compartís es muy bonito. Tiene toques muy bonitos, como lo es el mismo hecho de que la protagonista esté siempre absorta en sus propios pensamientos. Me gusta mucho ese pequeño viaje astral que emprende para conocer los conceptos tales como la pobreza. De hecho, es una visión muy acertada. Muchas veces abusamos del derecho que tenemos a quejarnos de todo, diciendo una y otra vez lo terrible que es, por ejemplo, que tengamos que hacer "x" cosa. Con esto no quiero decir que no tengamos que quejarnos, ¡ni mucho menos!, sino que hay veces en las que, si hay que vivir con ello, no nos queda más remedio que buscar el lato positivo y seguir adelante :)
    Un relato precioso, de verdad ^^ Me alegro de que hayas tenido la oportunidad de encontrar esta joyita :D Yo, personalmente, quedo encantada, como siempre, pasándome por aquí ^^
    ¡Un besazo muy grande y que pases un buenísimo fin de semana! ^^

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    1. hola! la autora es casi una sorpresa aun para nosotros, que somos de su familia, es la abuela de setenta y siete años!!!!si bien sabiamos que escribia, cositas sueltas, al ojo de sabri, no se le escapo y decidimos darle un lugar, muy merecido, por cierto! nos alegra y a cecilia , aun mas, el que guste tanto el cuento!gracias por tus amables palabras y entenderlo a la perfeccion. saludosbuhos!

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  5. ¡Buenas!
    Yo no soy muy fan de leer cuentos porque siempre me saben a poco -no sé por qué absurda razón jaja- pero me alegro que este blog sirva para dar más visibilidad a los cuentos :)
    Un besazo.

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    1. hola! gracias por dejar tu comentario tan animoso, siempre tratamos de plasmar en todas las formas , como nos gustan las letras, ya sea en cuentos, o novelas. saludosbuhos!

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  6. Hola! a mi me encantan los cuentos, este me ha parecido fantástico, me encanta como escribe la autora, con tanta sensibilidad ,que nos transporta a otro mundo y ponernos en los zapatos de la protagonista ....me encantó!....Muchas gracias por compartirlo...besototessss!

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  7. ¡Hola buhito!
    ¡Qué forma tan bonita de conocer una historia! Me alegro de que la hayáis disfrutado :D Esta muuuuy bien!!!

    Besitos <3

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    1. hola! gracias por tu visita y comentario, siempre da mas animos y ganas de trabajar. saludosbuhos!

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  8. muy bonito relato. la niña protagonista es muy madura y reflexiva a sus nueve años. muchos adultos deberíamos aprender de ella.
    abrazos!

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    1. hola chema! lo has comprendido muy bien, gracias por tu participación y comentario! saludosbuhos.

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  9. Gracias por el relato. Siempre es bueno conocer cosas diferentes, en este caso, pura poesía. Abrazos.

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  10. Precioso cuento, con un lenguaje cautivador que te va arrastrando. Me ha encantado.
    Un beso.

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    1. hola rosa! gracias por tu compañía y comentarios tan cálidos y alentadores siempre. saludosbuhos.

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  11. Hola, Buhos. Mil gracias por este gran regalo. Un cuento que llega al corazón. Una entrada fantástica, la comparto en mis redes sociales.

    Un beso.

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    1. hola carmen! que emoción se siente cuando lo realizado recibe semejante cumplido!gracias por compartirlo y saludosbuhos!

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  12. Hermoso cuento, llega al corazón, magia y frescura, gracias por traerlo y compartido en mi muro.
    Un abrazo!

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    1. hola graciela! nosotras también quedamos tan sorprendidos como ustedes, nuestros seguidores , un placer presentarlo. saludosbuhos!

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  13. La verdad es que ha sido toda una sorpresa encontrarme con este cuento tan lleno de sabiduría y de reflexión. Me parece muy curioso esa especie de viaje astral y esa forma de ir dándose cuenta de las pequeñas cosas... Me ha gustado mucho sobre todo el tema de los diálogos y su profundidad.

    Sin duda miles de gracias por acercarnos de esta forma tan bonita a la autora ^-^

    ¡SEEER MUUUY FELIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIICES 😊😊💞!

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    1. hola! la verdad que la persona que lo escribió es totalmente especial,tanto como persona , como ser humano, sus letras reflejan su calidez. gracias por leerlo y comentarlo tan cariñosamente. saludosbuhos.

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  14. Qué preciosidad de cuento, y qué imaginativo. No solo es bonito, sino que está lleno de mensajes importantes que no deberíamos olvidar ninguno. Espero que la protagonista encontrara su oportunidad para la Educación y ésta, en verdad, la hiciera libre.

    Gracias por traernos este cuento, Búhos, y gracias a Cecilia por escribirlo :))

    ¡Besos!

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    1. hola julia! tu agradecimiento llegara seguro a cecilia, y sera infinitamente agradecido, jamas penso que su cuento seria tan bien aceptado y compartido por tanta y tan maravillosa personas, como son nuestros seguidores. gracias, gracias, gracias y un abrazobuho.

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  15. Esta parte me gustó un montón:
    "Yo soy de pocas palabras, me acostumbré a recibir ese amor en silencio y a retribuirlo con gestos y miradas inflamadas de cariño. Mi silencio casi permanente me permitió percibir que el amor existía, la dedicación también, no eran solo palabras."

    ¡Es un cuento muy hermoso! Me encantan los mensjaes que maneja la autora. Enserio que no conocía de nada a la autora, pero ¡le deseo muchos éxitos! Porque puedo apreciar que tiene bastante talento.
    ¡Besos!

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    1. hola jolie! te cuento que la autora, pertenece a nuestra familia, es la abuela y que escribe como pasatiempo, sus pensamientos y formas de mirar la vida , la plasma en estas historias, que nosotros pedimos para mostrar a la gente que sea tan amables de leer y contestar. nos alegro realizarlo y comentarle a ella lo bonito que fue recibido. gracias por leerlo y comentarlo tan bello! saludosbuhos.

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  16. Esta es una de tantas maravillosas maneras de juntar lo bueno de las letras,seres que escriben cuentos...imágenes en mentes creadoras,cuestiones que sin paginas , no serían reales o no existirían...situaciones ficticias que devienen en realidades ...escriba algo . Deje de lado el prejuicio y vuelque su vida obscura en relatos para el buho...

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  17. La obscuridad que nos ensombrece, nos pone alertas..

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    1. que profundidad, anónimo! gracias por leernos y animarte a dejar comentario, eso nos alegra mucho. un saludobuho enorme!

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  18. ¡Hola hola! pues yo también formo parte de esta iniciativa de "seamos seguidores" y ya te sigo, te espero por mi rincón http://diariodeunachickalit.blogspot.com.es/2017/02/seamos-seguidores-20.html Abrazos!

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    1. hola y bienvenida! ya pasamos por tu blog y te seguimos. abrazosbuhos!

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  19. Me ha encantado viajar con la niña y reflexionar. Un cuento que desprende dulzura.
    Gracias!

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    1. hola nena! tu comentario desprende calidez y sensibilidad, gracias por tu comentario y tu percepción. saludosbuhos!

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  20. ¡Holaa guapas buhitas! Qué bonito relato, la verdad que me ha dejado pensando mucho, así que gracias por compartirlo ;)
    ¡Besitos! :3

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    1. hola! un placer super inmenso el poder compartirlo y que haya gustado tanto.abrazosbuhos y gracias por tu comentario y visita!!

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  21. Hola!!!

    Me ha encantado, es muy lindo y creo que te deja reflexionando. Saludos.

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    1. hola katrina! que maravilloso es el embrujo de las letras y que tenga reciprocidad.gracias por tu visita y saludosbuhos!

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  22. Hola linda! que historia más bella, se me apretó el corazón un poquito porque es un fiel reflejo de muchos hogares, aishhh, que ganas de que sea un libro para tenerlo en mis manos x'D
    Muchas gracias por compartir estos con nosotr@s :)
    Cariños desde Once Upon a Book n.n

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    1. hola catherine! lamento decirte que solo es una maravillosa historia, que bueno que te deja emoción, un mensaje y que se comprenda y sensibilice. gracias y saludosbuhos agradecidos!!

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