Hoy queríamos compartirles una bella y corta historia tomada
prestada de la página El Recetario Mágico, porque como no podía ser de otra
forma, donde haya Búhos y Lechuzas allá estamos nosotras (:
La Luna siempre había impresionado al búho. Hace muchos
años, el búho era un animalito que vivía de día. Pero era tan curioso, que se
quedaba hasta muy tarde escuchando las historias que le contaba la Luna, que
veía toda la Tierra desde arriba. El búho aprendió mucho de esta manera,
volviéndose un animal conocido por su sabiduría. Y como era de esperar, se
terminó por enamorar de esa Luna parlanchina, reflejando la forma en sus ojos
redondos y amarillos de tanto mirarla embelesado noche tras noche. Y ella,
vanidosa y ajena a su amor imposible, vuelve noche tras noche a contarle nuevas
maravillas, mientras se mira coqueta reflejada en sus grandes y enamorados ojos
atentos.
Relato de Fernando De Gregorio
Ilustración: Marta García Pérez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario